Título: Transcendence. Director: Wally Pfister. Países: Reino Unido, China y USA. Año: 2014. Duración: 119 min. Género: Ciencia-ficción, drama. Interpretes: Johnny Depp (Will Caster), Paul Bettany (Max Waters), Morgan Freeman (Joseph Tagger),Rebecca Hall (Evelyn Caster), Kate Mara (Bree), Cillian Murphy(agente Buchanan), Cole Hauser (coronel Stevens), Clifton Collins Jr. (Martin). Guion: Jack Paglen. Producción: Broderick Johnson y Andrew A. Kosove. Producción ejecutiva: Christopher Nolan, Emma Thomas y Dan Mintz. Música: Mychael Danna. Fotografía: Jess Hall. Montaje: David Rosenbloom. Diseño de producción: Chris Seagers. Vestuario: George L. Little. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en España: 19 Junio 2014
Acabo de ver esta película y me ha dejado un cúmulo de sensaciones contradictorias. Trata un tema interesante, muy interesante con muchas posibilidades como es el de los limites de la inteligencia artificial, sobre todo si le damos a la IA el sentido de la autoconsciencia y un poder sin límites. El doctor Caster interpretado por Johny Depp es el mayor investigador del mundo en el campo de la IA y trabaja en el desarrollo de un gran ordenador cuantico que combine la inteligencia colectiva y las sensaciones humanas. Unos activistas antitecnológicos atentarán contra él y acelerarán paradojicamente el proceso de su transcendencia. Caster con la ayuda de su mujer Evelyn y su mejor amigo Max hará que su cerebro se transfiera al ordenador pero su sed de conocimiento le convertirá en un ser terrible, avido de poder hasta el punto de convertirse en una especie de semidios-inteligencia artificial capaz de cambiar incluso el planeta y de acabar con quien se enfrente con él.
La película pese a contar con este prometedor argumento no aprovecha sus posibilidades y por culpa de una deficiente dirección, carente del más elemental sentido del ritmo y la tensión dramática, con una nula dirección de actores (ojo y aqui hay un buen ramillete de buenos actores, entre los que únicamente se salva un poco Rebecca Hall, como Evelyn) y una excesiva duración, demasiado larga para lo que realmente narra, le sobraba al menos media hora, transita en terrenos muy cercanos al aburrimiento. Una pena. Contiene algunos aciertos parciales como la relación hombre-maquina que me hizo acordarme en algún momento, no se el por qué, de aquella película protagonizada por Julie Christie, "Engendro mecánico" (1977), o el deseo de Caster de humanizar su apariencia, o las dudas emocionales de una atormentada Evelyn, o la terrorífica, por su increible poder, mente colectiva de sus siervos, o la capacidad de los nanorobots en reconstruir a estos seres biomecánicos controlados o cuanto material físico o biológico destruyen los activistas aliados con el Gobierno, pero estos aciertos parciales no son suficientes pero salvar el conjunto. Siendo benevolentes, en el balance entre lo bueno y lo malo, aprueba por los pelos. Pudo haber dado mucho más de sí.
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