miércoles, 29 de noviembre de 2017

"Extinct" una serie con un buen punto de partida pero lastrada por un desarrollo tedioso



Curiosa serie de ciencia ficción, escrita por el escritor Orson Scott Card. Y digo curiosa porque esta serie esta producida por la BYUtv, fundada en 2001 y dirigida por la Universidad Brigham Young (BYU), localizada en Provo, Utah, que es una universidad privada cuya titularidad pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Dicho de otro modo tanto el autor como la cadena son mormones. Los dos primeros episodios se estrenaron en abierto el pasado 1 de octubre, los siguientes hasta el 8, estuvieron disponibles, desde ese mismo día  en streaming en la citada cadena y los dos últimos se estrenaron conjuntamente hace una semana y media de nuevo en la BUytv. No está confirmada una segunda temporada aunque el final es totalmente abierto.


La serie tiene lugar después de 400 años de la desaparición de la raza humana exterminada por los extraterrestres. Varios humanos, inicialmente Ezra, Abram y  Feena son revividos por una civilización alienígena con el propósito de reconstruir la especie humana:  Hay una especie de nanobots llamados sparks que son los que permiten reconstruir el ADN humano, unos artilugios robóticos voladores o drones que se comunican con los humanos y que atesoran  toda la información genética (ADN, recuerdos, etc). Los renacidos se deberán enfrentar a una gran amenaza: los Jinetes de las Pieles que son humanos,  como los Renacidos pero sometidos a unos crueles parásitos, con mentalidad colmena, que son los que parasitaron también a la especie extraterrestre que destruyó a la humanidad y que buscan la supremacía y el sojuzgamiento total de nuestra especie, utilizando nuestros cuerpos, pero anulando por completo nuestra mente y voluntad.

"Extinct" se centra en un grupo de personas interrelacionados entre ellas, unos como Renacidos libres, otros como esclavos  de los jinetes de las pieles. Todos deberán enfrentarse a su pasado y a personas, hoy anulados o esclavizados por los Jinetes, con las que tuvieron entonces algún tipo de relación: Feena, Ezra, Lynn, a Duncan (pareja de la primera), Silas (hermano del segundo) o a Jax, amigo de Ezra y al que Lynn salvó en la guerra contra los extraterrestres hace más de 400 años. Ezra y Lynn deberán hacer frente, además, al reencuentro con una hija a la que perdieron de vista, cuando ella tenía 6 años y que hoy es una aguerrida adolescente. 


Hay continuos flahsbacks  en los que conocemos detalles de las historias personales de los protagonistas. Conoceremos también como este es al menos el segundo intento de resucitar a las mismas personas, tras el malogrado intento del Asentamiento, donde estaba ubicado el Obelisco,  y que terminó con la desaparición de más de un centenar de personas, a causa de un extraño virus, un virus que  creó Abram con la ayuda de los drones, los sparks y el Obelisco con el fin de acabar con los Jinetes. La temporada termina con la destrucción, al menos aparentemente, del Ancestro, personificada en una acumulación cristalina  bajo un lago, y es que los parásitos se convierten, tras su muerte física,   en una especie de cristales donde se almacena su memoria de especie.

La serie acumula un buen número de ideas y conceptos interesantes, no necesariamente originales,  la existencia de parásitos mentales la hemos visto en un montón de novelas de ciencia ficción, me acuerdo, por ejemplo de Los Asutra de Jack Vance, y   podía dar mucho más de sí pero la pobreza en general  de medios tanto técnicos como humanos, con un reducido plantel de actores, así como el esquemático desarrollo argumental que cae pronto en lo rutinario y tedioso exige de  un esfuerzo suplementario para  llegar hasta el final de la temporada, sin que al llegar a este veamos nuestro esfuerzo recompensado.

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