Título: District 9: Director: Neill Blomkamp.Países: USA y Nueva Zelanda. Año: 2009. Duración: 114 min. Género: Drama, ciencia-ficción, acción. Interpretes: Sharlto Copley (Wikus van der Merwe), David James (Koobus), Jason Cope (Christopher Johnson), Mandla Gaduka (Fundiswa Mhlanga), Vanessa Haywood (Tania), Kenneth Nkosi (Thomas), William Allen Young (Dirk Michaels). Guión: Neill Blomkamp y Terri Tatchell. Producción: Carolynne Cunningham y Peter Jackson. Música: Clinton Shorter. Fotografía: Trent Opaloch. Montaje: Julian Clarke. Diseño de producción: Philip Ivey. Vestuario: Dianna Cilliers. Estreno en USA: 14 Agosto 2009. Estreno en España: 11 Septiembre 2009.
Próximo a contemplar su última película "Elisyum", estrenada esta misma semana, me dieron ganas de visionar su anterior filme, "Distrito 9", que tenía nada menos que cuatro años de antiguedad y que fue objeto de muy buenas críticas en su momento. Esta semana pude verla y aquí les dejo mis impresiones sobre la cinta.
Hace más de veinte años, de repente, apareció una gigantesca nave espacial sobre el cielo de Johanesburgo sin otras señales de actividad por su parte. Cuando las autoridades de la Tierra entraron en la nave se encontraron con más de un millón de criaturas desnutridas y enfermas. Eran refugiados, los últimos sobrevivientes de su especie. Veinte años más tarde la población alienigena se ha casi duplicado y permanece hacinada en un ghetto, el llamado Distrito 9. El control de esta población recae en la MNU, una compañía privada que lo único que le interesa no es el bienestar de los aliens, sino descubrir como funciona el impresionante armamento que solo se puede activar con ADN extraterrestre. Todo cambia cuando un gris funcionario de la MNU, Wikus Van der Merwe se contamina accidentalmente con un virus que contiene ADN alienigena y se convierte en una suerte de híbrido entre hombre y alienigena.
Hace más de veinte años, de repente, apareció una gigantesca nave espacial sobre el cielo de Johanesburgo sin otras señales de actividad por su parte. Cuando las autoridades de la Tierra entraron en la nave se encontraron con más de un millón de criaturas desnutridas y enfermas. Eran refugiados, los últimos sobrevivientes de su especie. Veinte años más tarde la población alienigena se ha casi duplicado y permanece hacinada en un ghetto, el llamado Distrito 9. El control de esta población recae en la MNU, una compañía privada que lo único que le interesa no es el bienestar de los aliens, sino descubrir como funciona el impresionante armamento que solo se puede activar con ADN extraterrestre. Todo cambia cuando un gris funcionario de la MNU, Wikus Van der Merwe se contamina accidentalmente con un virus que contiene ADN alienigena y se convierte en una suerte de híbrido entre hombre y alienigena.
La película sorprende por su frescura y su planteamiento formal. Comienza con un formato cuasi documental, cámara en ristre, aunque vaya evolucionando luego hacia los canones típicos de una película de acción, donde el protagonista lucha por su propia supervivencia al tiempo que va evolucionando en su manera de pensar y de actuar. Nos presenta a un personaje inicialmente gris, un mediocre, un tipo cobarde y egoísta, un tanto risible, que solo mira, como el trepa que es, por su interés personal e inmediato, nada que ver con el típico héroe de este tipo de películas, pero que se convierte, sin embargo, en un héroe (o tal vez en un antiheroe), a su pesar, de la historia, un héroe atípico, traidor a su especie, según muchos, traicionado por su suegro, un alto cargo de la MNU, abandonado por su mujer, un paria, vamos y sin embargo un héroe con mayúsculas, hecho de la madera de la que están hechos los héroes, que adquiere conciencia de lo que viven los aliens cuando se convierte en uno de ellos, que pondrá en cuestión todo lo que ha sido su vida y su trayectoria, que reconocerá la igualdad de los diferentes seres incluso a pesar de su abismal diferencia, que aprenderá a aceptar y a respetar a los otros tal como son, por muy diferentes que sean.
Esta ácida y corrosiva crítica social nos presenta, de forma magistral, la estupidez humana y el miedo a lo que se ve como diferente. Se teme lo que no se comprende, lo diferente, lo extraño. Acertada elección la de unos aliens absolutamente repulsivos que son calificados como bichos y que por su apariencia es difícil que puedan generar algún tipo de empatía...al menos inicialmente.
Esta ácida y corrosiva crítica social nos presenta, de forma magistral, la estupidez humana y el miedo a lo que se ve como diferente. Se teme lo que no se comprende, lo diferente, lo extraño. Acertada elección la de unos aliens absolutamente repulsivos que son calificados como bichos y que por su apariencia es difícil que puedan generar algún tipo de empatía...al menos inicialmente.
La película tiene o puede tener muchas lecturas: léase, en primer lugar, como trasunto del gran fenómeno de nuestro siglo, el de la inmigración masiva de personas procedentes de otros países y culturas en situaciones físicas a menudo penosas, al igual que ocurre en la película, como si la enorme nave fuese una gran patera. Luego a este grupo de refugiados se les agrupa en un guetto a las afueras de la ciudad y más tarde en un campo de concentración, más allá de la ciudades humanas para que no molesten. La película nos habla, además de los abusos de un poder que solo actúa por interés, el interés de contar con una avanzada tecnología, nos habla también de los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, de los usos de los mercenarios en la defensa de intereses privados, de los experimentos médicos con otros seres, de la deshumanización de la raza humana hasta el punto de que en esta película los aliens se nos revelan al final por ser más humanos que los propios humanos.
La película bascula entre muchos géneros, el formato documental, la comedia (tremendo el humor negro y la ácida critica social que destila), el drama, la película de acción, renovando un genero, el de la ciencia ficción, a veces un tanto adocenado, que se regodea demasiado en los efectos especiales, en los clichés, en la acción por la acción, olvidando cual debe ser el objeto de este género a menudo tan vilipendiado. La ciencia ficción es por derecho propio el genero de nuestro tiempo, el que se debe plantear, más allá de discutibles aspectos formales, las grandes preguntas o dudas y los grandes problemas de nuestro tiempo, el género que mira más allá de mañana haciendo un ejercicio de prospección en el futuro.
La película bascula entre muchos géneros, el formato documental, la comedia (tremendo el humor negro y la ácida critica social que destila), el drama, la película de acción, renovando un genero, el de la ciencia ficción, a veces un tanto adocenado, que se regodea demasiado en los efectos especiales, en los clichés, en la acción por la acción, olvidando cual debe ser el objeto de este género a menudo tan vilipendiado. La ciencia ficción es por derecho propio el genero de nuestro tiempo, el que se debe plantear, más allá de discutibles aspectos formales, las grandes preguntas o dudas y los grandes problemas de nuestro tiempo, el género que mira más allá de mañana haciendo un ejercicio de prospección en el futuro.
La película carece de grandes nombres en el reparto, como ha carecido también de un gran presupuesto, apenas costó 30 millones de dolares (ni se notó, ni falta que le hizo) pero cuenta con una excelente dirección, un guión bien estructurado, una correcta banda sonora y todo hay que decirlo una magnifica interpretación por parte de su protagonista, Sharlto Copley. El director, Neill Blomkamp, respaldado en la producción por Peter Jackson, ha sido para mí un grato descubrimiento que creo yo está llamado a regalarnos grandes películas si sigue por este camino, una suerte del Paul Verhoeven transgresor e irreverente que conocimos en sus primeros años. El tiempo nos dirá si sigue aportando frescura o cae preso de los grandes presupuestos e hipotecas de la industria de Hollywood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario